sábado, 25 de junio de 2011

TESTIMONIO

HACE UNOS AÑOS...... 
Eran otos los que llegaban a nuestro país buscando una vida mejor.
AHORA SOMOS NOSOTROS LOS QUE EMIGRAMOS.

Soy un empresario de los que no fuman puros que encienden con billetes ni van en Mercedes, y estoy más cerca del profesor Bacterio que de Diaz Ferrán.

He creado dos empresas tecnológicas e industriales, que hoy día siguen funcionando y dan empleo a varias personas. También he generado patentes internacionales, y a pesar del calvario y agravio que supone patentar en este país, lo hice.

Un buen día de mi vida dejé entrar como accionistas a unos señores muy majos, empresarios de éxito del ladrillo, que resultaron ser unos hijosdeputa que me dejaron con el culo al aire en connivencia con un podrido senador... Pero qué le vamos a hacer, son cosas que pasan en el mundo de los negocios.

Con muchas ganas y sangre, sudor y lágrimas volví a desarrollar productos, invirtiendo hasta las pestañas. Mi intención era crear otra empresa que hubiera generado unos 10 empleos inicialmente. Con la ayuda de mis ex empleados que me habían sido leales (y que por ello mismo fueron puestos de patitas en la calle) desarrollé un business plan perfecto, detallado, que nadie ha cuestionado en su veracidad y viabilidad. Además la experiencia y reputación pasadas me avalaban.

Había y hay prototipos operativos que costaron un riñón, de un sistema con ahorros de energía de entre un 50% y un 80%, y con un pay-back de 18 meses (ahora incluso más corto). Los datos estaban ahí, demostrables, se podían medir con un tester.

He podido comprobar, tras hablar con no menos de 10 bancos, cajas, fondos de inversión... que este país es el lugar más complicado del mundo para financiar nada (es un hecho, no lo digo yo), pero he perdido el tiempo como un idiota presentándolo todo aquí y allá a burócratas (cada uno en la forma que les parecía bien y tras perseguir una cita) que siguen esperando que aparezca una especie de Paco el Pocero por su puerta que les proponga una promoción de vivienda u otro milagro especulativo.

¿Cuáles son mis errores?

1. Analizo el mercado a nivel global, la tendencia, la tecnología. Viajo por todo el mundo para conocer proveedores que se ubican aquí y allá.... Y sin embargo cuando se trata de financiar me quedo en este país. Craso error, no es país de emprendedores ni de tecnología. Es un hecho.

2. La comodidad, sentimentalidad o romanticismo me han llevado a creer que podría con mi esfuerzo ayudar a salir a este país de la era oscura. No puedo, me han ganado. Son demasiados. Nadie entiende lo que es un proyecto industrial, el I+D, la tecnología...

¿Cuál ha sido el detonante de esto que ya llevaba tiempo rumiando?

1. Viernes 3 de Junio, 14:15. OEPM, Oficina Española de Patentes y Marcas. En el mostrador dos inventores (otro y yo), al otro lado cerca de 30 funcionarios.

Me planto allá, para hacer un trámite y dar entrada en el registro a un papel. Digo al funcionario de la ventanilla en la que estoy que ya sé lo que he de hacer, y el me insiste para que pase por información. Lo hago. Vuelvo a donde estaba al principio.... Y otro funcionario me dice literalmente: "Cerramos a y media y son las 14:31". A Dios gracias y ante mi voz que se empieza a elevar un tercer funcionario que se da cuenta de la estulticia de su compañero le explica que yo había llegado a tiempo, y me registra los documentos.

Salgo de allá pensando que es más probable que yo acabe en la calle pidiendo para comer que el despido del funcionario de mierda que me ha tratado así.... Asco de país.

Llego a mi casa. Tengo el coche aparcado en la p. calle desde hace tiempo, en una calle remota y sin vecinos porque no le renové el seguro porque no me llegaba la camisa al culo. No lo muevo desde hace un mes, pero le echo una ojeada de vez en cuando. Paso por allí y me veo en el cristal una multa por carecer de seguro: 800 € que se acabarán cobrando. No levanto cabeza.

Y eso fue lo gordo... el día a día es lo que realmente te mata.

Así las cosas he decidido largarme, buscar países más cálidos. Me preocupa mi madre que ya no es una cría, me preocupa que los cuidados médicos que necesitará en unos años no se los podrá proporcionar una sanidad estatal que hoy día gestiona una palurda gorda y millonaria, y sé que desde fuera podré ayudarle mejor.

Me siento hundido y con esperanzas a la vez. Mis años de buen hacer y la actividad internacional de la empresa me proporcionaron buenos amigos aquí y allá. Quizás dentro de un tiempo decida regresar, quizás tras tocar fondo este país aprecie un poco más la labor de muchos que supimos crear empleo, tecnología y cultura del conocimiento.

Hasta entonces, nos seguiremos viendo, y si me da el tiempo, os contaré mis andanzas.

No hay comentarios:

Publicar un comentario